viernes, 19 de noviembre de 2010
"El Intocable"
Allá por el año 1942, "El Intocable" se enamoró de Sara Tancredi, una pelirroja con el pelo del color de Italia, de donde era oriundo su anterior amor: Pipo, que resultó ser de una sola opción sexual, cosas de fetos y gametos. Por desgracia, Sara Tancredi le abandonó por culpa de un nuevo hombre antiguo, Michael Sorela, que hizo su aparición estelar en torno a 500 ó 600 meses después. Sara Tancredi, desolada por su fracaso matrimonial, pidió ayuda a su amiga Luza, que habitaba un cuadrado perfectamente delineado en el centro de un pinar al que se llegaba por un sendero con curvas de hasta 400 o 2000 grados.
Se cree que una tal Lola tomó parte activa de su vida y cobró más importancia que nadie en esta crónica, pero es algo que aún está por confirmar.
Muchos estudiosos han abandonado sus trabajos junto a las inscripciones, mecidos por la locura, aunque la mayoría los retoman durante unos años para acabar ocultándolos después de por vida.
No contaré más, en parte porque no sé y en parte porque no debo, sólo añadiré que todos tenemos dentro un "El Intocable" que bebe de Sara Tancredi y a veces se fía más de Pipo que de Lola. A todos nos ha sabido la boca a lágrimas de Michael Sorela y por eso hemos tenido que calmar a Luza y hacerle más caso a Lola, que al final es la que manda o estás muerto, la auténtica "Intocable".
domingo, 31 de octubre de 2010
CC Riders
Parecíamos la inspiración de Tarantino, sureños problemáticos que manejan el cotarro entre mil líos, tiros, puños, drogas, conversaciones inteligentes, pero nosotros siempre salíamos victoriosos. Hemos abordado licorerías, estancos y a esas tías tan macizas del cuarto. Hemos saltado muros huyendo de la policía, hemos reventado coches forzando cada uno de sus caballos hasta la extenuación. Hemos sido peligrosos y buenos invitadores. Hemos brindado una vez por cada litro del Nilo. Hemos sido amados y temidos hasta por nuestros padres.
Fuimos los mejores y en nuestro albúm personal lo seguimos siendo, pero ya ha pasado nuestro tiempo, hemos cogido nuestra harley y hemos corrido flanqueados por nubes de polvo del desierto hacia un horizonte conjunto pero por separado. Allá donde estéis, siempre que suene esa canción, brindaré por vosotros y por aquellos tiempos.
miércoles, 27 de octubre de 2010
Canciones de Blanqui 2
Primero, para abrir boca un poco de música klezmer festiva que mi madre interpreta:
sábado, 9 de octubre de 2010
Cronofobia II
Tiempo te odio, eres dócil y moldeable y férreo e inapelable. Eres dulcemente sobornable y sin embargo te han fijado para que te rompamos. Las agujas del reloj son espadas de Damocles que saben el momento exacto en el que abalanzarse sobre nuestra cabeza, a pesar de que a veces creamos escapar de ellas o acercarnos a ese instante a pasos agigantados. Tiempo nunca eres el mismo, eres caduco y eterno, distinto para todos y oficialmente igual para unos cuantos y otro cuantos. Te divides en ministerios dentro de los cerebros, en calendarios, en fuentes, en calles, en ciudades enteras, en las estrellas, en flores marchitas que reflorecen en la próxima temporada, en sonrisas de dientes que ya se han ido para siempre o que yacen bajo metros y metros de tierra esperando otra sonrisa que los desentierre, tiempo de mierda, eres torrente amado que nos hace envejecer en un eje que creemos hacia delante sin saberlo, fluctuamos a tu antojo creyendo dominarte, tratando de hacer reglas nuestras en un juego que es tuyo, olvidar es darte por ganada la partida aunque recordar es aceptar que eres tú quien manda. Morir es volver a empezar y nacer es volver a morir, nadando en tí, tiempo maldito, que obligas a correr a gentes sin prisa, que haces que pensemos en futuro y pasado. Tiempo de los cojones déjame en paz, vete al infierno. No tengo hambre, no tengo sueño, no a esta hora. Tengo ganas y no puedo, no tengo tiempo, porque el Tiempo me tiene a mí. Nos rodeas con matemática precisión, te has colado en mis rincones más íntimos, ¿cuándo fue esa mirada que cruzaste con aquella chica en aquel bar? ¿Qué más da? Podría ser ahora o no haber sido aún o ser siempre o no ser nunca de no ser por ti, Tiempo, que has de hacer pasar ese momento, no pasar tú, que te mantienes quieto en tu trono, observando y calculando los instantes más pequeños, empleados menores de tu imperio. Tiempo, contra tí me rebelé hace tú y dejé de llevar reloj, pero sigo estando bajo tu control, hasta pienso que sabes que un suicida va a suicidarse con antelación a que lo haga. Fíjate que sorpresa si descubriéramos o inventáramos que todo es simultáneo, que cuando hablo contigo por primera vez Colón está justo descubriendo la que luego se llamaría América, joder, Tiempo, serías la primera máquina humana que domina al hombre. No tengo tan claro que te hayamos "inventado" nosotros, creo más bien que tú nos has inventado a nosotros, quizás tú hayas creado a Dios porque el teísmo para tí está pasado de moda, corresponde a otras épocas que ya has hecho pasar.
Una foto, es un regalo que el Tiempo nos hace, para poder quedarnos en ella cuando queramos y un vídeo es una trampa, Tiempo hace pasar el vídeo, pero la foto se queda ahí, quieta, suspendida en el eje, quizás, más que un regalo, sea lo que Tiempo cuelga del eje para controlar mejor cada cosa, una especie de Memento, fotos para recordar lo que ni siquiera el Tiempo sabe.
Tiempo, déjame invitarte a un café y charlemos, debes ser un ser interesante, aunque te odie.
martes, 31 de agosto de 2010
¿Acaso tú lo sabes?
Creo que ustedes, damas y caballeros, y algo de mí mismo, es el por qué.
miércoles, 11 de agosto de 2010
domingo, 8 de agosto de 2010
Me quito el sombrero y hasta los pantalones
Ayer fue un día cojonudo y no hay otra palabra para definirlo, todo empieza con dos jóvenes que se conocen casi por azar, mis padres, el flechazo fue instantáneo y he podido oír de boca de ambos en confesiones casi privadas de unos padres a un hijo la siguiente frase: "Me casé muy joven, pero me habría casado con tu madre el mismo día que la conocí" "Con 23 años me casé con tu padre, pero el primer día que hablé con él ya dije sí", esta historia continúa con una madre, la mía, que cierto día de 1989, el 7 de Agosto de ese año más concretamente, me pare como segundo fruto de ese amor, desde ese momento (bueno, desde que soy consciente más bien) recuerdo mis cumpleaños de una forma que ningún niño podría olvidar y presumo orgulloso de ser hijo de quienes soy y de tener el hermano que tengo, en definitiva, mi infancia fue de las más felices que pueda imaginar un niño y a pesar de cumplir años en Agosto, cuando todo el mundo está fuera de la ciudad, el simple hecho de celebrarlo con mis padres y mi hermano era para mí una gran alegría, pasé varios de estos cumpleaños también con mis tíos y mis primos en Loporzano, un pueblito aragonés cerca de Huesca que siempre será la segunda casa de mi infancia, esos cumpleaños también rezumaban magia, pero se echaba de menos a la familia más cercana.
Debo nombrar en esta etapa también a mis amigos del barrio y de Lopor y a los pocos que estaban aquí, también a gente con la que he ido perdiendo contacto por azares de la vida.
Luego llegó en instituto y bueno, las cosas comienzan a cambiar en los cumpleaños, ya importa más el ámbito social que envuelve esa celebración. Recuerdo cumpleaños cambiados de fecha y cosas así, pero lo que más recuerdo era cuando me despertaban mis padres con esa sonrisa que dicen que he heredado de ambos y el "Felicidades gordi" de mi hermano.
De la gente de esos años, poco tengo que decir, son etapas de muchos cambios y de grandes problemas absurdos. Así que gracias a todos los que estuvisteis alguna vez y a los que desde entonces estáis.
Pero lo mejor, como siempre, llega al final, tras grandes cambios en mi vida, golpes duros que cuesta encajar y que dejan cicatrices frescas que aunque se sobrelleven dudo que se cierren algún día, llegaron los años finales de instituto, nuevas gentes y algunas no tan nuevas, la universidad, más gente nueva y algunos no tan nuevos y al final, tras una selección inevitable y natural, os quedasteis vosotros, una mezcla de viejos amigos y nuevos amigos que para mí, independientemente del tiempo que nos conozcamos, sois ya amigos de toda la vida y no imagino grandes momentos si no cuentan con vosotros.
Por todo esto y por haberme hecho y seguir haciéndome siempre el tío más feliz del mundo, por todos, los que compartimos sangre y los que no, los que hemos vivido momentos inolvidables y los que aún tenemos momentos que vivir, los que hemos llorado juntos y los que lloraremos, los que habéis estado siempre ahí y los que tenéis ganas de estar, los que nos hemos reído y los que aún tenemos chistes que contarnos, los que estuvisteis de cuerpo presente y los que no pero ahí estabais, por todos, me quito el sombrero y hasta los pantalones y sigue siendo poco para agradeceros toda una felicidad de 21 años.
viernes, 30 de julio de 2010
Toro perjudicado por Cataluña
jueves, 22 de julio de 2010
Retrato retrete
- No debí comer esos churros, me han destrozado el estómago.
- Claro, los siete cubatas de antes no tienen nada que ver, ¿no?
Tiro de la anilla del paracaídas, se abre, justo a tiempo, caigo suavemente sobre mi almohada y me dispongo a dormir. De repente una granada explota en mi tripa, me han dado, hijos de puta. He de lanzarme a la batalla. Pongo un pie en el suelo, enderezo mi cuerpo, no puedo, caigo de nuevo, herido. Lanzo de nuevo el pie, enderezo el cuerpo, poso el otro pie rudamente, enciendo la luz de un golpe en el interruptor, dios, mis ojos. Me levanto, amenazo con volcar la estantería, miro las chanclas que quieren morderme los pies, las pateo, trato de volcar el radiador, la mesa, la puerta, para evitar volcarme yo.
Ya en la nueva habitación mi baile funesto continúa, el interruptor merece sufrir, le lanzo un gancho de derecha, un flashazo me ciega momentáneamente, comienza el bombardeo, los primeros gases lacrimógenos se me vienen a la boca. Avanzo, he de llegar a primera línea de combate. Cruzo por la trinchera intentado no caerme a la fosa cercana, un piso hacia abajo es un piso hacia abajo. Miro las reliquias de poder que mi madre guarda para que las visitas las vean, ahora parecen incorruptibles brazos de Santa Teresa, creo que era la Santa pulpo. Me revuelvo aún más, decido tratar de evitar arrastrarme y seguir tambaleándome hacia delante.
Otro interruptor sufre mi cólera de animal herido, más flashazos, ya estoy cerca. Abro una puerta, enciendo otra luz, mi cabeza choca con un cristal. Doy una patada hacia la retaguardia, por si las moscas, la puerta se cierra, estoy atrapado. Me miro en el espejo pero no veo nada mas que un militar agobiado. Me pillaron, una pistola de sudor frío presiona mi nuca, de rodillas al suelo. Ahora si que veo mi retrato, en un charco de vómito que baila con el agua de mi retrete, magnífico lienzo para tan triste figura.
De repente, soy un hombre nuevo, bañado en gotas de frío hielo y del color de la luna, con dos orquídeas rodeando los ojos, con movimiento y ademanes de cadáver, algo parecido a pelo, revuelto y mojado, sólo visto una especie de taparrabos de diseño, voy descalzo, no me importa. Este otro hombre me mira desde el espejo, como esperando que de un mazazo le saque de allí y lo devuelva a su estado normal, para eso, aún tiene que llegar el mañana con un buen cocido materno o un poco de comida mal cocinada por ese hombre que seré.
viernes, 25 de junio de 2010
miércoles, 23 de junio de 2010
Mitad profesional (borracho), mitad griego
Hoy he venido a hablar de un hombre que es muchas mitades, es mitad sol y mitad noche, es mitad borracho y mitad alcohólico, mitad griego y mitad romano, mitad del JUMI y de una botella de Vat en la montaña, mitad sureño y mitad Albertucho, mitad rechoncho y mitad amante, mitad maricón y mitad machorro (es hetero), mitad camisa de cuadros y mitad gafas de paster, mitad passer y mitad gorrión, mitad siringa y cuarto y mitad deleznable, mitad carretero y mitad fumador, mitad estudiante y mitad filósofo, mitad vividor y entero poeta, mitad músico y mitad cabaretero (cliente), mitad guitarra y mitad ukelele, mitad nata y mitad montada, mitad vinculador y mitad patadafelador, mitad musulmano y mitad cristián, mitad boxeador y mitad sombra, mitad feliz y mitad alegre, como decía, es muchas mitades, pero todas son cojonudas.
Te quiero Juaner, de una manera no siempre homosexual.
miércoles, 9 de junio de 2010
Nublado
En estos días tristes en los que la lluvia de metal fundido es una constante, en estos tiempos en los que nadie sale a la calle solo por mirar el cielo, en estas guitarras que no entienden de música, en estas ventanas que no saben mirar, en estas palabras que ya no quieren decir nada, en este jardín de las delicias…
Han sembrado mil nubes de cartón, usando sólo arañazos y quizás un par de espuelas. Han cortado la luz, el agua y el gas. ¿Pero cómo han podido tapar el sol?
Saltaste de la prosa al verso y desde allí te escapaste para no volver, curiosa huida la tuya de un sitio donde nunca fuiste presa. Dicen que te han visto por Lima. Sí que llegaste lejos, vaya. Siempre supe que valías mucho, pero nunca quise demostrártelo y ahora mírame, a través de tu espejo o en aquella vieja foto desgastada, mírame y llora. Trata de contar mis canas, intenta memorizar mis arrugas, prueba a secar mis lágrimas con las tuyas. Mercurio y plomo.
Supiste que me iba cuando miraste hacia atrás, pero yo ya me había ido. Dices que viste una estrella fugaz, pero yo aguante hasta que moriste, buscándote allí donde sólo yo podía encontrarte. Me fui de paseo, por primera vez sin el bastón de tu mano, y tuve miedo y pasé vergüenza. Un hombre tan solo y tan perdido, siguiendo un mapa de estrellas. Día y noche.
Un beso, que es en la melodía de tu boca la nota más hermosa y en la mía el recuerdo más amargo. Los meandros de este río, los claros de esta selva, el fuego del napalm, la poesía de Vallejo, las tostadas del hotel, los bailes de aquel joven ya muerto, la risa de las abuelas, las sillas de mimbre, las agujas del sastre, el tic-tac de la máquina del doctor, el tacto de las sábanas frescas, la lechuga recién lavada, las nubes de humo, los escombros, el alzhéimer, todo lo olvidamos y ya no entendemos nada. Cuerdas y madera.
Nunca volvió a saber de aquella muchacha que alegraba sus tardes de verano en el pueblo, si bien nunca la conoció, siempre fue su mejor consejero. No estaba tan triste después de todo. Quizás incluso estaba un poco alegre, aunque no sabía si se debería al vino o a ese sabor dulzón que le bajaba como desde la nuca. En cualquier caso, el suelo de aquel bar le resultaba tremendamente cómodo, no os diré qué canción sonaba, os la tarareo: “Tatatatan tututun ta-ta-ta-tan tatan…” Así se le quedó la vista y se dio cuenta de que no trabajaría nunca más. Cristal y negrura.
¡Su primera palabra! ¡A los trece años! ¿Y qué ha dicho? ¿Qué más da? No sé, tenía curiosidad. El caso es que ha hablado. “Ahora ya está todo emborronado”. No tenía sentido haberlo repetido todo, pero nadie decide cuándo se forman los bucles, cuántos años has de perder y dónde los ganarás. De todas formas, merece la pena, que el río una vez seco, es un laberinto en el que sólo viven cangrejos, que desandan eternamente el camino que hicieron, para no perderse. Quizás buscan el agua que se fue. Amo y odio.
Que plantaron sí, que lo plantaron te digo, pero que sigo sin saber cómo se las apañaron para tapar el sol.
sábado, 5 de junio de 2010
Nuevo ídolo juvenil español
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/08/06/espana/1218038078.html
lunes, 24 de mayo de 2010
A mí me gustan los toros
Sois vosotros quienes estáis deseando que muera alguien de vuestra propia especie y sois vosotros quienes venís a tocarme los cojones y a dar por culo, mientras que yo a vosotros, porque no os gusten los toros, no os digo ni mú (nunca mejor dicho). Decidme también que es que yo patrocino un asesinato cada vez que veo una corrida, no soy yo quien come en el KFC, en el burger o en el mc donald's o en sitios así. ¿La solución es ser vegetariano? Bueno, si tu razón para ser antitaurino es que es un asesinato o un maltrato animal, sí, se vegetariano o contradícete.
Y sí, me gustan los toros, me encanta ver una corrida por la tele o en vivo, y sí, soy de izquierdas, progre y todo lo que tú quieras y sí, reconozco que es una barbarie y todo lo que queráis, pero a mí, por lo que sea, me gusta, y sí, me dió pena que muriera Manolete, que pillaran a José Tomás y que le atravesaran la mandíbula a Julio Aparicio, luego me diréis que es que soy como los romanos con los gladiadores, pero insisto en que aquí los que estáis deseando que muera alguien, sois vosotros.
Así que a mí dejad de joderme y tolerad vosotros un poquito, ostia.
Y gracias a todos los que me pondréis una cruz después de esto, a todos los que me habéis amenazado por decir que me gustan los toros y luego además me habéis llamado intolerante, a todos los que me habéis llamado asesino, a todos los que queréis abolir los toros, a todos los que os creéis más de izquierdas, más modernos o más progres por no gustaros los toros, a todos los que simplemente no os gustan los toros porque es algo en lo que nunca habiáis pensando pero de repente lo habéis visto como una moda, a todos los que miráis mal a la gente que nos gustan los toros, a todos los que lleváis pancartas llamándonos asesinos, a todos los que una corrida os parece un maltrato pero provocarle una infección de hígado a una oca para hacer foie os parece algo maravilloso, a todos los que odiáis los toros pero os flipa que vuestro tío haga una matanza en el pueblo para poneros ciegos de chorizo, a todos los que pensáis que la carne de toro de lidia no se come, a todos los que deseáis la sangre de un torero, os invito a ver una corrida de toros en la plaza para que opinéis conociendo y os digo ya de entrada que me suda los cojones lo que penséis de mí.
Y lo digo una vez más y en mayúsculas:
A MÍ ME GUSTAN LOS TOROS
domingo, 23 de mayo de 2010
El Dios del Cine
Pocos alcanzan a conocerme bien, ni el tío que lleva este blog en el que hoy me hago público, ni vosotros que me leéis ahora, sin embargo todos mentís alguna vez en cosas que no es que me toquen de cerca si no que es que las he hecho yo. A Brandon Lee no lo mató una bala de fogueo, lo maté yo para que el cuervo volviera a la tumba. Fui yo quien hizo que De Niro ganara kilos para estar como un toro salvaje. Yo puse la pistola en el váter para Michael. Yo convencí a Jason para que dejara el hockey. Yo tatué las manos de Robert Mitchum. Yo soy el ladrón de bicicletas y las piernas de Forrest Gump. Soy yo quien se mete la mierda de Tony Montana y el tío al que Marcelus Wallace tiró por la ventana, soy el perfil de Hitchcok y el globo del gran dictador. Soy el aviador que lleva la muerte hacia los talones, el espantapájaros de los chicos del maíz, la banda sonora de la misión, los silbidos del bueno, el feo y el malo, el sol de los lunes, los ojos que le dieron a Tosar, el corte de pelo de Amelie, el ojo de Mike Wazowsky y la alfombra del Nota. Soy la primera pieza del coleccionista de huesos, el matarife de Ze Pequeño o un soldado del BOPE, el coño de Sharon Stone o la matrícula de un día de furia, el rifle de Vasili Zaitsev. Soy el color de la línea más delgada, el púrpura de los ríos o el negro de la milla verde. Soy la mariposa que voló de la escafandra, la pajita de Bardem en mar adentro, el ritmo de Billy Elliot, el sombrero de Powder, la magia de Willow, Elvis a quemarropa o un giro al infierno. Soy el dedo de E.T., las cuchillas de Sweeney Todd, el búho de Merlín y la pajarita de Bitelchús, lo soy todo.
Soy todo el cine, los actores, los personajes, la música, la fotografía, los guiones, los directores, los Oscar, los Goya y los Bafta, los efectos especiales, el 3D, el maquillaje y el vestuario y en mi reino no existe la ficción, porque aquí, en el mundo del cine, cualquier historia es real y posible.
Os invito a entrar en mis aposentos y hacerme el amor, pero os advierto, como ya saben los que han tomado mi mano, que es un amor eterno que va más allá de lo físico y de lo psiquíco.